El ahorro y el consumo
El ahorro
Ahorrar consiste en guardar una parte de nuestros
ingresos para atender a necesidades futuras o nuestros deseos.
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Si tienen unos ingresos
suficientes, las personas pueden decidir qué parte de sus ingresos va a gastar
y qué parte destina a ahorrar. Se puede ahorrar con diferentes finalidades:
para adquirir o pagar una vivienda, para realizar un viaje, para afrontar una
emergencia (una reparación del coche, la compra de un electrodoméstico…), para
comprarse un capricho…
Las personas que no tienen
ingresos suficientes no pueden ahorrar.
El ahorro depende
fundamentalmente de dos elementos:
Los ingresos
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El consumo
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El salario que una persona
recibe a cambio de su trabajo suele ser su ingreso principal.
Otros
ingresos pueden ser ayudas de las instituciones, como las becas de estudios,
de material escolar o de comedor.
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El consumo incluye los gastos que hacemos cuando adquirimos
productos y servicios. Normalmente el mayor gasto de las familias es el pago
del alquiler de la vivienda o de
la hipoteca para la adquisición de la misma.
Otros gastos son la alimentación,
la ropa, el ocio, el transporte…
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Es poco habitual que las
personas que las personas ahorren guardando en casa el dinero. Generalmente, depositamos nuestros ahorros en una cuenta en
una entidad bancaria.
Cuando ingresamos el
dinero en un banco, este no permanece almacenado allí hasta que decidimos
utilizarlo. Los bancos lo prestan a otras personas o empresas que lo necesitan
(para comprar una casa, para invertir en un negocio…) a cambio de un interés.
El consumo
Uno de los posibles
destinos de los ingresos de las personas es el consumo de bienes y servicios.
Consumir significa elegir y adquirir una serie de bienes
y servicios para satisfacer nuestras necesidades y/o deseos.
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Para consumir debemos
tener en cuenta dos elementos:
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Los ingresos de que
disponemos, porque hay que pagar un precio
por los bienes y servicios.
§
Nuestros gustos y preferencias también influyen en el consumo. Como los
ingresos que tenemos son limitados, debemos decidir qué bienes y servicios
podemos adquirir y cuáles no.
Consumo responsable
El consumo es necesario para el
funcionamiento del sistema económico. Sin embargo, vivimos en un mundo lleno de
desigualdad, en el que muchos millones de personas no pueden cubrir sus
necesidades básicas (alimentación, sanidad, vivienda…) y, al mismo tiempo,
otras tienen mucho más de lo que necesitan.
Las personas responsables,
antes de adquirir un bien o servicio, se formulan algunas preguntas:
¿realmente lo necesito?
¿dónde se
ha fabricado?
¿se han
respetado los derechos y se ha pagado un salario digno a las personas
trabajadoras?
¿se ha
pagado un precio justo por las materias primas empleadas?
¿el
proceso de producción es respetuoso con el medio ambiente?
¿se puede
reutilizar? ¿y reciclar?...
Reflexiono sobre mis
necesidades
ü Haz una lista con diez productos que te gustaría comprar. Ordénalos de
mayor a menor importancia para ti.
ü ¿Realmente necesitas todos los productos de la lista? ¿De cuáles
podrías prescindir?
ü Si los adquirieras todos ¿piensas que estarías practicando un consumo
responsable? ¿por qué?
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